
-Soy feliz. Jamás me he sentido tan bien, ¿y tú?
-¿Yo? Estoy de maravilla
-¿Hasta el punto de llegar a tocar el cielo con un dedo?
-No, así no.
-¿Ah, no?
-Mucho más. Al menos tres metros sobre el cielo.
-Las cosas se han puesto muy difíciles para nosotros. Me encantaría estar muy lejos contigo, sin que hubiera más problemas, sin mis padres, sin todos estos líos, en un lugar tranquilo, fuera del tiempo.
-No te preocupes. Yo sé adónde podemos ir, nadie nos molestará. Hemos estado ya muchas veces, basta quererlo.
-¿Adónde?
-Tres metros sobre el cielo, donde viven los enamorados.
De algo estoy seguro.
No podrá quererla como la quería yo, no podrá adorarla de ese modo, no sabrá advertir hasta el menor de sus dulces movimientos, de aquellos gestos imperceptibles de su cara.
Es como si sólo a mí se me hubiera sido concedida la facultad de ver, de conocer el verdadero sabor de sus besos, el color real de sus ojos.
Nadie podrá ver nunca lo que yo he visto. Y él menos que ninguno.
Él, incapaz de amarle, incapaz de verle verdaderamente, de entenderla, de respetarla.
Él no se divertirá con esos tiernos caprichos.
Revolución Rock cantaban los de The Clash. La revolución de un disco que gira al contrario y se vuelve scrath, el ruido que se convierte en sonido. El latido que se convierte en ritmo. Fuerza hermanos, aceleren la vida a toda velocidad y nunca dejen de hacer revoluciones.
La luna se vuelve el sol. La noche el día. Porque detrás de cada persona se esconde otra. Quizás más bella, quizás más nueva, quizás la tuya.
Girando al contrario.
Todo lo que tienes que hacer es ponerte los cascos, tirarte al suelo, y escuchar el CD de tu vida. Canción tras canción, no puedes saltarte ninguna, todas han pasado, y de una forma u otra servirán para seguir adelante. No te arrepientas, no te juzgues, se quien eres. Y no hay nada mejor para el mundo. Pausa, rebobinar, play, y más y más aún. Nunca pares la música, no dejes de descubrir sonidos para lograr explicar el caos que tienes dentro.
Y si te sale una lágrima cuando lo escuchas, no tengas miedo, es como la lágrima de un fan cuando escucha su canción preferida.
- Cuatro.
- De verdad, no sabes mantener una moto.
- No es eso, yo la hago correr al máximo. No soy como tú, que desde que te has enamorado no piensas más en las carreras. Porque, ¿te has enamorado verdad? ¿No piensas siempre en ella? ¿No estás esperando la hora en la que ella te llame? ¿No te late con fuerza el corazón cuando la ves?
- Sí. Sí que estoy enamorado.
- ¿Cuántos años me echas?
- ¿Por qué te maquillas así?
- Tengo que parecer más mayor, esta noche me van a besar.
- ¡Ah!, ¿y quién?
- Andrea Palombi, bueno, ¿entonces cuántos años me echas?
- Por lo menos 14.
- Pero yo tengo 14 años
La vida real debería dar más estímulos.
Toma la música, ¿quién hubiera pensado que algún día se registrarían cientos de canciones en un mp3? Nada las borra de ahí. Sólo necesitamos un láser para darnos cuenta de que al menos algo es eterno, al menos dura más que nuestros gustos.
Love is all you need.
Exacto, al amor
Bello, feo, triste, alegre, fuerte, débil, castro, porno, violento, soñado, olvidado, antiguo, moderno...
Tienes la mayonesa? Si, la mayonesa. Esa de comida rapida. Esa que exprimes y sale. Creo que no hay nada mas dificil para hacer. Meter junto la sal, el huevo, el limon, el aceite y bueno, creeme en comparacion es mas facil enamorarte de alguien que nunca pensaste que te gustaria.
En realidad la mayonesa es asi, te puede enloquecer de un momento a otro, un instante parece perfecta, y el otro, todos los ingredientes estan puestos para hacerla.
Pero si logras hacerla, nada mas te detendra.
Beautiful. Su canción. Babi se echa a llorar.
-¿Por qué lloras?
-No lo sé.
No encuentra ninguna respuesta. Puede que porque no las haya.
Y era el mar más bello que yo ya hubiera visto. Hecho por miles de corazones que laten juntos. QUe bailan siguiendo el ritmo de la música. A veces el dios de la música, el dios de las luces y el dios de la noche deciden agarrarse de las manos, haciendo que la tierra se vea preciosa desde aquí arriba.
Tomando la bajada hacia marte.
-Me da miedo decir algo equivocado...
Te amo.
-Vuelvelo a decir.
-Te amo.
-Nunca dejes de decirlo.
-Te amo,te amo,te amo.
-Nunca habia sido tan feliz en toda mi vida.
-Yo tampoco.
-Tan feliz como para tocar el cielo con un dedo?
-No,muchos mas,al menos tres metros sobre el cielo.
Más arriba, tras el cristal. Alegría y dolor. Pallina mira a Babi desaparecer con él, finalmente inocente y sincera. Maddalena mira a Step desaparecer con ella, culpable únicamente de no haberla amado y de no habérselo hecho creer nunca. Y en tanto que los dos, frescos de amor, salen a la calle, Maddalena se deja caer sobre un sofá. Se desengaña sola, al igual que, sola, se había engañado. Con un vaso vacío entre las manos y algo más difícil de rellenar dentro. Ella, simple abono de esa planta que a menudo florece sobre la tumba de un amor marchito. Esa rara planta llamada felicidad.
+Puede que nos veamos otra vez. Veo que tienes argumentos muy interesantes...
-Te he dicho ya que eres un cerdo?
-Si creo que si... Entonces, paso a recogerte mañana por la noche.
-No podría. Creo que no podría resistir otra noche como esta.
-¿Porque, no te has divertido?
-¡Muchísimo! Yo hago siempre la camomila, todas las noches. Procuro que la policía me persiga durante un rato, me arrojo de la moto en medio de un campo desconocido, me dejo perseguir por un perro rabioso y, para acabar, me tiro sobre un monton de estiércol. Luego me revuelvo un poco en él y a continuación regreso a casa en sostén y bragas.
-Con mi cazadora encima.
-Ah, claro, lo olvidaba.
-Y, sobretodo, no me has dicho una cosa.
-¿Qué?
-Que has hecho todo esto conmigo.

-Las cosas se han puesto muy difíciles para nosotros. Me encantaría estar muy lejos contigo, sin que hubiera más problemas, sin mis padres, sin todos estos líos, en un lugar tranquilo, fuera del tiempo.
-No te preocupes. Yo sé adónde podemos ir, nadie nos molestará. Hemos estado ya muchas veces, basta quererlo.
-¿Adónde?
-Tres metros sobre el cielo, donde viven los enamorados.